Sinopsis

España, 1939. María y su hijo Juan intentan exiliarse del país durante los últimos compases de la guerra civil.

Year

2025

Duration

6:49

Category

Cortometraje

Director

Ramon Mulet

Cinematographer

Candela Jiménez

Producer

Ramon Mulet, Arnau Amatller

Editor

Ramon Mulet

Información para el tribunal

Exilio

Considero Exilio un cortometraje en el que probé muchas cosas y la mayoría salieron mal. Creo que el proyecto era mucho más grande que lo que podíamos abarcar con nuestros recursos, y esto se acaba notando en el resultado final. A pesar de esto, es probablemente el corto del que más he aprendido con diferencia, y claramente los siguientes cortos no hubiesen salido tan bien de no ser por este. Mi planteamiento de dirección en Exilio era que: la distancia entre los personajes y la cámara y la longitud de la óptica eran directamente proporcionales al estado de la relación entre Juan y María. Cuando la cámara está físicamente cerca de ellos es porque ellos dos físicamente están cerca el uno del otro; por otro lado, la longitud de la óptica no habla de la distancia física, sino de la emocional, cuan más angular sea más alejados están emocionalmente, y cuan más tele sea más cerca se encuentran. Esta es la premisa madre de la dirección en el cortometraje, cuyo clímax y resolución está en el momento en que Juan se ata los zapatos él mismo, en que la cámara está haciendo un súper sutil dolly-zoom: la cámara se aleja, pues ellos dos se separan; pero el zoom se acerca, porque nunca se han entendido tanto como en ese momento. Este detalle me gusta mucho ya que es dotar de un nuevo significado a un plano visto hasta la saciedad. Dicho eso, aunque pueda sonar muy bien, solo hace falta ver el cortometraje para ver que toda esta narrativa no funciona del todo. Al cortometraje le fallan muchos otros aspectos como: el blocking, el cual tiene algún que otro detalle interesante, pero está muy desaprovechado, los timings a veces fallan y el ritmo podría ser mejor; el trabajo con actores es bastante mejorable; en cuanto a puesta en escena hay muchos momentos en los que por ceñirme demasiado al concepto antes explicado no desarrollé otros aspectos que siempre he considerado más importantes como el montaje interno con blocking, los movimientos de cámara, … La fotografía por otro lado no ayudó en nada a que el resultado mejorase teniendo que trabajar mucho en postproducción el acabado del cortometraje. En definitiva: ahora no puedo evitar escuchar en mi mente la canción de La Primera de Serrat cada vez que veo el corto y pensar en todo lo que podría haber sido; y me da mucha vergüenza que el corto se proyecte en el inexperto, porque creo que no es para nada representativo de mi nivel o de mi forma de hacer cine. Lo bueno es que tras esta caída me levanté, con nuevos aprendizajes y queriendo volver a hacer cortometrajes como siempre había hecho. Pasamos así a El Conejo, mi redención, liberación y reencuentro.